Cada vez que salgo de casa cuando voy a algún viaje, se me viene a la cabeza la frase: "Nada como estar en casa". No sé si vosotros también lo pensáis, pero es algo que normalmente suele suceder, aunque hay excepciones.
Hay diversas circunstancias en las que me ocurre esto. Por ejemplo, cuando se trata de despertarse. Si me voy de viaje a algún sitio, no tengo la libertad de levantarme a la hora que quiera, porque siempre habrá cosas que hacer, en cambio cuando estoy en casa hago un despertar católico (cuando Dios quiera), aspecto muy importante para funcionar durante todo el día, además de poder estar hasta la una de la tarde en pijama. También me pasa cuando veo un partido de fútbol. La verdad que no hay muchas ventajas de verlo en casa, porque hay veces que es mejor verlo con tus amigos, pero lo que sí es verdad es que comes hasta saciarte sin pagar un misero euro, aspecto también muy importante: algunos dicen que ver un partido con la tripa llena, ayuda a disfrutar del partido.
Como veis, hay diversas circunstancias en las que pienso esto, y creo que no soy el único. Ya que de las mejores cosas que puede haber en esta vida es estar en casa con tu familia. No hay nada como estar en casa.
Pedro P
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