Una de las cosas que más me llaman la atención de nuestro día a día es la facilidad con la que subestimamos la importancia vital del desayuno en nuestras vidas. En serio, nunca nos paramos a pensar lo importante que es, precisamente aquí podríamos aplicar el refrán aquel que dice "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes". Ese día puedes llegar a llorar, en el que tienes que salir corriendo (no es tan raro) y no te da tiempo mas que a pegarle un sorbo al colacao hirviendo y engullir dos o tres galletas. Notarás la ausencia de ese gran bol de cereales de chocolate o esas mantequillosas tostadas calentitas que obtienes los días en los que respondes obediente al grito del matutino despertador...
Mi conclusión es, que ya nos lo pueden repetir nuestras madres, los anuncios de Special K o hasta en las canciones de Barrio Sésamo "El desayuno es la comida mas importante del día", pero hasta el día que te lo saltas no te lo crees. Así que a levantarse prontito que ya lo dice otro refrán español "A quién madruga, Dios le ayuda". Buenos días.
Cada vez que salgo de casa cuando voy a algún viaje, se me viene a la cabeza la frase: "Nada como estar en casa". No sé si vosotros también lo pensáis, pero es algo que normalmente suele suceder, aunque hay excepciones.
Hay diversas circunstancias en las que me ocurre esto. Por ejemplo, cuando se trata de despertarse. Si me voy de viaje a algún sitio, no tengo la libertad de levantarme a la hora que quiera, porque siempre habrá cosas que hacer, en cambio cuando estoy en casa hago un despertar católico (cuando Dios quiera), aspecto muy importante para funcionar durante todo el día, además de poder estar hasta la una de la tarde en pijama. También me pasa cuando veo un partido de fútbol. La verdad que no hay muchas ventajas de verlo en casa, porque hay veces que es mejor verlo con tus amigos, pero lo que sí es verdad es que comes hasta saciarte sin pagar un misero euro, aspecto también muy importante: algunos dicen que ver un partido con la tripa llena, ayuda a disfrutar del partido.
Como veis, hay diversas circunstancias en las que pienso esto, y creo que no soy el único. Ya que de las mejores cosas que puede haber en esta vida es estar en casa con tu familia. No hay nada como estar en casa.
¿Qué hay más importante que dormir? ¡Nada! Esto es así, y el que diga lo contrario es que no le ha sacado todo el jugo a este maravilloso arte.
Hay distintas maneras de homenajear este arte. La primera, vestirte con sus maravillosas prendas. Los mejores en esto son los que consiguen llegar a la siguiente noche sin habérselas quitado. La segunda, dejando en manos de Dios nuestro trabajo. Despertándonos cuando Él quiera, el llamado "Despertar católico".Y la tercera manera de homenajear este magnífico arte es la más importante: pelear por que nadie te impida disfrutar de él, aunque sea lo último que hagas.
Al principio de mi existencia, ya hace unos cuantos años, lo de dormir era lo peor. Llegaba mi madre y me decía: "Vamos a dormir" y yo, como cualquier otro niño de tres, cuatro, cinco años, me inventaba una excusa para no ceder en aquella tortura. Pero con el paso del tiempo, todo cambió. Por la mañana, te peleas con la almohada para que te deje ir al colegio. Después de comer, intentas, bajo toda circunstancia, echar una cabezadita. Y por la noche llega el momento triunfal, el momento que habías estado esperando durante todo el día, y puede que más. Ese momento en el que te olvidas de todo, y disfrutas junto con tus mantas de este inmenso arte, el arte de dormir.
Todos queremos triunfar, pero no todos podemos. Todos queremos alcanzar la gloria, pero no todos podemos. Todos queremos hacer las cosas bien, pero no todos podemos. Todos queremos dormir más de siete horas, pero no todos podemos. Todos queremos comer en abundancia todos los días, pero no todos podemos. Todos queremos llegar a ser los mejores en algún deporte, pero no todos podemos. Todos queremos sacar media de sobresaliente, pero no todos podemos. Todos queremos verdaderos amigos, pero no todos podemos. Todos queremos hacer una buena entrada, pero no todos podemos.
Y podría estar así toda una vida, pero no todo se puede. Porque todos tenemos sueños y deseos, pero no todos los vamos a alcanzar. Aun así, lo importante es que sigamos creyendo en ellos y luchemos por ellos hasta el final de nuestra vida.
¿Quienes son mis ídolos? Estoy seguro de que todos nos hemos hecho alguna vez esta pregunta, y si no lo has hecho todavía, que lo dudo, plantéatela, porque como explicaré a continuación, tiene más importancia de la que te imaginas.
Los ídolos son nuestro modelo a seguir, en ellos se reflejan todas nuestras ilusiones y esperanzas. Todos nos apoyamos en ellos. Cuando dudamos al hacer alguna cosa, pensamos en lo que haría nuestro ídolo, y a veces conseguimos aquello que intentábamos, o a veces fracasamos. Pero aun así, nos habremos identificado con aquel a quien admiramos tanto, que para algunos, en los que me incluyo, es como si lo hubieran conseguido.
Hay distintos tipos de ídolos. Están los pasajeros y están los verdaderos. Los pasajeros son aquellos que los admiramos durante un tiempo, ya sea porque los vimos alguna vez y nos "enamoramos" de él, o simplemente porque nos hablaron de él y nos hicimos seguidores suyos en Twitter. Pero los verdaderos son aquellos, que haciendo todo lo anterior o no, les damos una verdadera importancia, un verdadero seguimiento. Nos volvemos locos por imitarle.
Los ídolos pueden ser buenos o malos, es lo sabremos más adelante, pero lo que de verdad importa es que tengamos claro que además de hacernos felices, nos hacen mejores. Los ídolos, en definitiva, son nuestros héroes.
Volver. ¡Qué importancia tiene esto! Todos nos esforzamos por conseguir llegar a algún sitio, y, cuando lo conseguimos, nos damos por satisfechos. Pero como dice McDonald's: "lo importante no es que vengas, es que vuelvas".
Cuando vamos a casa de un amigo, a algún restaurante, cuando alguien va a tu casa, nos hace mucha ilusión. Sin embargo, después de haber ido a aquel sitio, lo que de verdad importa es que volvamos. Importa porque así mostramos que nos sentimos a gusto en esa casa de nuestro amigo; importa porque así el restaurante será cada vez mejor, ya que van muchos clientes a su local; importa porque así sabremos que hemos acogido bien a nuestro amigo.
Como veis, el volver tiene mucha más importancia de la que pensabais. Hay muchas cosas que dependen de ello: la amistad, el desarrollo, el bienestar. Pero sobre todo, lo más importante, es tu propia satisfacción. Esa alegría de volver a estar con tu amigo en casa; esa alegría de volver a encontrarte a un cliente en tu tienda, en tu oficina, en tu despacho (hay excepciones); esa alegría de volver a disfrutar en casa de un amigo...Esa satisfacción no te la quita nadie.
Por eso, si de verdad te importa algo, lucha por volver a conseguirlo, por volver a disfrutarlo, por volver a alcanzarlo, porque: "lo importante no es que vengas, es que vuelvas".
"Ya no sé que hacer". Esta es una de las frases que me han ido saliendo durante esta larga semana de exámenes. Pero me voy a sincerar: además de salirme esta frase con motivo de los exámenes, también me salió por otra cosa, y fue cuando me dijo mi profesor de filosofía que el plazo máximo para subir entradas era hasta el lunes 18 de Marzo. Al principio, intenté convencerle de que nos cambiara la fecha, pero me di cuenta de que era absurdo seguir insistiendo.
Todo me agobiaba: los exámenes, mis hermanos (son los mejores), el Barça (que otra vez a vuelto a ganar lo imposible), pero no me di por vencido. Ese día cuando llegué a casa, me dije a mi mismo: "Voy a hacer una entrada", y aquí estoy, haciendo una entrada.
A algunos les parecerá un poco cutre o anticuada, pero ya les gustaría a ellos realizar una entrada como esta, tan rápida y espontánea. Sí, señoras y señores, es rápida y espontánea, las características que uno desearía para cualquier entrada que hiciera, en estos últimos días de plazo.
Pero todavía hay más, me atrevería a decir que esta entrada es efectiva, es decir, que pase lo que pase, llegará a disfrutar de un lugar en el maravilloso blog de mi profesor de filosofía. Y con esto y un bizcocho, esta entrada se merece más de un ocho.
Durante bastante tiempo, había estado esperando este momento. Pensaba que nunca iba a llegar. Yo sabía que a todos nos llegaba el momento, pero estaba desesperado, no sabía que hacer. Después de tanto tiempo, y todavía no había encontrado a mi amor verdadero.
Entonces fue cuando la vi. Era ella. Por fin, la había encontrado. Era aquella por la que había estado esperando todo este tiempo. Pero el problema era que todavía estaba fuera de mi alcance.
No había día que no me acordara de ella. Todo me hacía recordarla: la nieve, las nubes, el algodón... Pensaba que me moría, ya no tenía fuerzas para continuar sin ella. Entonces fue cuando me decidí a conquistarla.
Estaba muy nervioso, no sabía que hacer. Era tan bella, era inigualable. Y fue cuando de mi boca salieron aquellas palabras del fondo de mi corazón, palabras que lo arreglan todo: "Te quiero". Desde entonces, disfruté con ella el resto de vida.
Hace pocos días, mi querido Real Madrid ganó al Manchester United en un partido épico. Sucedió en los octavos de final de la Liga de Campeones, el torneo más importante a nivel de clubes europeos. Fue un partido en el que todos los madridistas experimentamos una cantidad inmensa de sensaciones indescriptibles, o por lo menos yo. En aquel partido, el Real Madrid demostró su gran capacidad para remontar.
A pesar de una serie de decisiones no acertadas del árbitro, el Real Madrid se alzó con la victoria. Algunos pensarán que el Madrid ganó por aquellas decisiones, pero la suerte recae sobre aquellos que se la merecen.
Vimos a un Cristiano muy emocionado por la gran ovación que se llevó. Todos los aficionados del United le acogieron como a uno más, y demostraron lo agradecidos que están con el mejor jugador del mundo. Fue una calurosa bienvenida que a cualquier jugador del planeta le hubiera gustado disfrutar. Aquel día, en el estadio de Old Trafford se demostró que la gente del Manchester United sigue siendo la familia de Cristiano Ronaldo.
Tras este partido, el Real Madrid demostró que es un serio candidato a ganar la Champions este año. Por ahora, es el único representante español en esta competición, a expensas de lo que hagan el FC Barcelona y el Málaga CF en los próximos días.
Todo aficionado madridista debe afirmar que este Madrid es insuperable en estos momentos, y ahora es cuando se cree verdaderamente que el Real Madrid se alzará con La Décima, y por tanto demostrará que es el mejor equipo de Europa y del mundo.
Todo tiene un precio, esa es la verdad. Todo aquel que lo niegue está equivocado. Os invito a que reflexionéis con la ayuda de esta entrada.
Pondré un ejemplo, el otro día en el colegio un compañero me pintó el jersey con tiza, típica broma del colegio. La verdad no me sentó muy bien, y mi reacción fue la de vengarme. Inmediatamente cogí el borrador de la pizarra y se lo tiré a la chaqueta, manchándosela entera. Pero claro, todo tiene un precio. En ese momento, entró el profesor en la clase y me castigó sin descanso. Todo tiene un precio.
Pondré otro ejemplo, cada vez que te despiertas tarde o te quedas dormido (experiencia personal), todo el día te va mal: no haces lo que te habías planeado por la mañana; te despiertas enfadado y no entiendes porque todo va en tu contra; en mi caso, te apuntan en el parte y el profesor te castiga; y por si fuera poco te vas al colegio/universidad/trabajo habiendo comido media galleta. Todo tiene un precio.
En efecto, todo tiene un precio como habéis podido comprobar. Cada vez que quieras algo, cada vez que te lances a hacer algo nuevo, en definitiva, cada vez que tomes una decisión tendrás que pagar ese precio por el que has hecho tal cosa. A veces será beneficioso y otras veces perjudicial, pero eso es lo que mola, esperar para saber si eso que has hecho lo has hecho para bien o para mal.
Pedro P
PD: mirar la letra pequeña de la foto (importante).
Esa sensación que tienes cuando empiezas algo nuevo, ese cosquilleo, esas mariposas en el estómago... todo se vuelca en aquello en lo que estás haciendo, intentas poner toda tu atención para que tu primer paso en aquello que estás empezando sea el mejor posible. Esto es lo que todos sentimos cuando empezamos algo nuevo, y como no podía ser para menos, es lo que estoy experimentando en estos momentos al escribir mi primera entrada en este magnífico blog.
¿Qué hago? ¿De qué forma hago la entrada? ¿Cómo la hago? ¿Le gustará al profesor, a mis compañeros? ¿Me la "colgarán" en el blog? ¿Será una de las entradas afortunadas en estar en el apartado de "candidatas a la mejor entrada"? Éstas son preguntas que todos nos hacemos al comenzar a escribir, no solo la primera entrada, sino cualquiera de las entradas que redactemos. Y es que no es una tontería, sino todo lo contrario, dar la mejor impresión en tus primeros pasos... en tu primera entrada, en el blog, en el colegio, en un partido de fútbol, en un nuevo empleo...Esto supone un esfuerzo, pero no dudéis que seréis recompensados.
En conclusión, todos nos debemos esforzar por causar la mejor impresión al empezar una actividad, para poder con ello, conservar un puesto en el que podamos demostrar todas nuestras capacidades, inquietudes, e ilusiones. Ese puesto es por el que estoy luchando en estos momentos, el puesto por el que me conocerán por haber sido uno de los que ha luchado por empezar de la mejor forma posible.